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sábado, 6 de octubre de 2012

La grave situación de los tiburones del mar profundo

Parte de un lance de arrastre en el que podemos distinguir varios tiburones de aguas profundas.

Acaba de publicarse un interesantísimo estudio (1) sobre las pesquerías de aguas profundas en la Comunidad Europea. Viene firmado por un grupo de especialistas internacionales procedentes de diversas disciplinas e instituciones europeas (por cierto, con un papel destacado de las gallegas), entre los que figuran Sebastián Villasante, del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago, Manel Antelo, del Departamento de Fundamentos de Análisis Económico también de la USC, o Gonzalo Macho, del Departamento de Bioloxía e Ecoloxía Animal de la Universidad de Vigo.

El trabajo, tan ambicioso como imprescindible, viene a dar cuenta de la gravísima situación en que se encuentran las poblaciones de las especies de aguas profundas de Europa, y aportando, al mismo tiempo, informaciones sumamente preocupantes sobre la ineficacia de las políticas pesqueras de la UE. No es que todo esto sea una novedad, pero sus aplastantes conclusiones son imprescindibles para fundamentar, una vez más, con datos objetivos e incontestables, cosas tan sospechadas y sabidas como el fracaso absoluto de la Política Pesquera Común por la desidia, desinterés e indisimulado sometimiento del poder político al económico, en este caso representado por el lobby de la pesca; por no hablar de los famosos TACs (Topes Admisibles de Capturas), que empezaron a funcionar allá por el 2002, y que ni se cumplen ni se hacen cumplir, aparte de que no se basan en criterios científicos, sino económicos (vamos, un cachondeo)... Y recordemos que se pusieron en marcha a raíz de un informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES en sus siglas en inglés) que declaraba que la explotación pesquera de la mayor parte de las especies de aguas profundas estaba fuera de los límites biológicos de seguridad. Nunca hasta ahora se había elaborado con tal detalle una panorámica general de la (in)eficacia de los TACs.

Los autores se propusieron estudiar los cambios en la profundidad media de la flota pesquera antes y después de la adopción de la Política Pesquera Común (es decir, entre 1950-1982 y 1983-2006); analizar el grado en que el Consejo de Europa sigue las recomendaciones científicas sobre capturas sostenibles; y determinar en qué medida la industria pesquera respetaba los límites de capturas acordados. Pues bien, sus conclusiones no pueden ser más desesperantes y deprimentes:
Lance de arrastre  en Hatton Bank
(Foto: Greenpeace)
  • Entre 1950 y 2006 la flota europea ha experimentado una expansión hacia aguas profundas, a medida que iba acabando con los stocks de aguas superficiales, de un promedio de 78 m, casi el doble que la flota mundial (42 m). La adopción de la Política Pesquera Común no ha variado esta tendencia.
  • La longevidad de las diferentes especies se incrementa con la profundidad, es decir, a mayor profundidad, mayor longevidad (de unos 13 años en la superficie a alrededor de 60 años en el fondo), lo que quiere decir que las especies se vuelven mucho más vulnerables a la sobreexplotación.
  • En el 60% aproximadamente de los casos investigados, los TACs establecidos no estaban basados en criterios científicos, y aun así tampoco se cumplían. Las flotas de los diferentes estados miembros sobrepasaron estas cuotas en el 50% de los casos investigados entre el 2002-2011. Las capturas reportadas las superaron en tres veces y media (ya ni pensemos en las no reportadas), y en algunos casos en hasta 28 veces.
En lo que respecta a los tiburones de aguas profundas (quelvachos, pailonas, tollos, etc.), la situación sólo puede calificarse de extrema debido a factores como una tasa reproductiva extremadamente baja (periodos de gestación muy largos y camadas muy pequeñas) que hace casi imposible el establecimiento de una pesquería sostenible. Aparte está el hecho de la existencia de cardúmenes con segregación sexual, lo que implica que un sólo lance puede cercenar para siempre las expectativas de supervivencia de una especie en una zona concreta. No en vano hace años que se está reclamando para estas especies un límite 0 de capturas.

Tiburones de aguas profundas en la lonja de Lorient (Foto: OCEANA)

Para completar un poco más esta información, os adjunto la nota de prensa emitida esta semana por The Bloom Association (la traducción no es muy allá -sí, es otra de las mías-, pero me sigue pareciendo infinitamente más digestiva que la de cualquier traductor de Google):

Un nuevo estudio revela graves deficiencias en la gestión de las especies europeas de aguas profundas, según la edición digital de la revista Ocean & Coastal Management de esta semana.

Sebastián Villasante y los coautores han analizado las recomendaciones científicas y el total admisible de capturas para los stocks de peces de aguas profundas desde 2002 hasta 2011. Se trata del primer análisis sistemático de la eficacia del régimen de gestión de la Comunidad Europea para estas especies. El estudio concluye que en el 6o% de los casos las cuotas eran superiores al valor recomendado por los científicos y que las capturas excedían las cuotas en el 50% de los casos.

"Las capturas que sobrepasaron la cuota, la superaron en un promedio de 3,5 veces; sin embargo, en algunos casos llegaron hasta superar en 28 veces las cuotas acordadas para especies de aguas profundas", explicó Sebastian Villasante, de la Universidad de Santiago de Compostela.

"Nuestro estudio muestra que el Consejo Europeo apenas tiene en consideración los dictámenes científicos sobre capturas sostenibles y que la industria pesquera no cumple los límites de capturas que se acuerdan. No es una sorpresa que la explotación de los stocks de aguas profundas esté fuera de los límites biológicos de seguridad, según el Consejo Internacional para la Exploración del mar (CIEM)", comentó Telmo Morato, coautor, procedente de la Universidad de las Azores, Portugal.

"Parte del problema es que las nuevas pesquerías se desarrollan a una velocidad muy superior a la que pueden mantener la comunidad científica y los legisladores para hacerles frente", sostiene Henrik Österblom, del Stockholm Resilience Centre. "La consecuencia es que algunos de los datos más importantes de cada especie se recogen mucho tiempo después de que sus poblaciones se han venido abajo".

El estudio demuestra que la longevidad media de las especies capturadas por la flota europea aumenta con la profundidad, desde los aproximadamente 13 años de las especies de aguas superficiales hasta los alrededor de 25 de las intermedias y los 60 de las especies de aguas profundas. De tal manera que pescar a más profundidad significa pescar especies más longevas y vulnerables.

Los resultados también indican que la expansión batimétrica de la flota europea en el periodo 1950-2006 es el doble que la de la flota mundial. Así, los pesqueros europeos han incrementado la profundidad de pesca un promedio de 78 metros, en tanto que la expansión de la flota mundial ha sido de 42 m.
 
"Este trabajo demuestra que la explotación de las especies de aguas profundas plantea serios problemas que se suman a los anteriormente identificados por los científicos, tales como la enorme cantidad de especies objeto de capturas accidentales (aproximadamente 100) por parte de los arrastreros de profundidad así como la destrucción del hábitat del fondo marino. Rebasar los dictámenes científicos y los límites de capturas establecidos no hacen más que agravar la calamitosa situación y enviar el claro mensaje de que nos encontramos muy lejos de una pesquería sostenible y bien gestionada", comentó Claire Nouvian, coautora del estudio y fundadora de la organización sin ánimo de lucro BLOOM.

"El reiterado incumplimiento por parte de los estados miembros de la UE de respetar las cuotas que se han aprobado, que para empezar son con frecuencia demasiado altas, demuestra lo difícil que resulta gestionar estas pesquerías de aguas profundas", concluye Matthew Gianni, coautor y consultor de pesquerías de aguas profundas de los Países Bajos. "Algunas pesquerías de aguas profundas capturan por encima de 50 o más especies y es necesario que tanto las capturas como las capturas accidentales estén más estrictamente reguladas y reportadas. Hace falta una revisión integral del régimen de gestión europeo de las pesquerías de aguas profundas para asegurar la sostenibilidad de las especies a largo plazo, en particular de aquellas que conocemos muy poco pero que son altamente vulnerables a la sobrepesca".

Este estudio se publica cuando el Parlamento Europeo comienza a debatir la propuesta de la Comisión Europea de 19 de julio de 2012 de revisión del régimen europeo de gestión del mar profundo y la eliminación gradual de la pesca de arrastre de fondo y redes de enmalle .
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Una última (y breve) reflexión sobre la pesca en el mar profundo y la más destructiva de todas sus "artes", el arrastre de fondo. Como el tema daría para unos cuantos posts bien largos y rellenos como los míos, de momento nos vamos a quedar con esta imagen: el fondo marino pasado y repasado por el imponente aparejo, con sus enormes portalones, sus plomos, sus cadenas, etc.

Foto: CRG Geociencias Marinas, Universidad de Barcelona
Y si todavía hiciesen falta más argumentos, ved un fondo arrasado y un fondo con vida:

Foto: OCEANA

Foto: OCEANA

[Ver también La grave situación de los tiburones del mar profundo II.]
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(1) Villasante S, Morato T, Rodríguez-González D, Antelo M, Österblom H, Watling L, Nouvian C, Gianni M, Macho G, "Sustainability of deep-sea fish species under the European Union Common Fisheries Policy." Ocean & Coastal Management. http://dx.doi.org/10.1016/j.ocecoaman.2012.07.033. Ver Abstract.
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