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lunes, 31 de marzo de 2014

El salto del ditropis

Fotograma de Asesinos del hielo, National Geographic (2009).

El cailón o marrajo salmonero (Lamna ditropis) es otro de los tiburones saltarines. Es verdad que sus saltos no llegan a la categoría de los de especies como el marrajo (Isurus oxyrinchus), el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), el zorro (Alopias vulpinus), o el jaquetón picudo (Carcharhinus brevipinna), del que hablamos hace poco [El salto del brevipinna]; y también es verdad que, como este último, tampoco está presente en nuestras aguas (y este blog se llama, precisamente, "Tiburones en Galicia"). Pero hay al menos tres razones por las que merece que le dediquemos este pequeño artículo: la primera, porque es un tiburón tan extraordinario y fascinante que no merece caer en el olvido solo porque no ande por aquí cerca; la segunda, porque es primo hermano de nuestro cailón (Lamna nasus) [véase Cailón (Lamna nasus)], y ya sabéis que la familia es lo primero, al menos de vez en cuando; y finalmente, porque nos gustan los tiburones, todos los tiburones, y por eso nos encanta conocer los bichos de otros rincones del gran Océano.

L. ditropis y L. nasus son las únicas dos especies que conforman el género Lamna (ya sabéis, orden Lamniformes, familia Lamnidae, como los demás marrajos y el tiburón blanco). De hecho, puede decirse que el ditropis es el cailón del Pacífico (1), donde vive ocupando prácticamente el mismo nicho ecológico, si bien con una especialización alimentaria ligeramente diferente, que es la que recoge su nombre común: cailón salmonero o tiburón salmón.
El parecido entre ambos es evidente, pero si nos fijamos en un par de detalles anatómicos, no resulta excesivamente complicado distinguirlos. El L. ditropis es más rechoncho que el L. nasus, su morro es más corto y romo, y su color es más oscuro (la parte inferior del morro, sobre todo), con manchas características en la superficie ventral; y además carece de la típica mancha clara en la base posterior de la primera dorsal. Las tallas son más o menos parecidas: si la longitud total máxima registrada para el L. nasus ha sido de 355 cm, para el L. ditropis son uno 305 cm, con registros no confirmados de casi 400 cm.

Foto: TOPP, tomada de la página sfgate.com
Aunque la dieta del cailón salmonero es muy variada (incluye peces que forman bancos, como arenques, sardinas, diversas especies de gádidos, etc.), parece que siente predilección por los salmones del Pacífico, que cada primavera y verano retornan a sus ríos de origen para el desove. Allí los estarán esperando sus depredadores más despiadados: los pescadores, las orcas y los tiburones, particularmente los ejemplares más grandes, que han recorrido varios miles de millas para una cruenta competición. Algunas estimaciones señalan que los ditropis se llevan entre el 12 y el 20% de los salmones, además de estropear decenas o centenares de costosos aparejos, de manera que no es de extrañar que los pescadores los consideren algo más que una molestia, llegando en algunos casos a los extremos de cruel irracionalidad que solamente pueden darse nuestra especie: los matan a palos o a puñaladas cuando los suben accidentalmente enganchados en una red, o les cortan las aletas y los devuelven al agua, todavía vivos, para vengarse. Para que luego digan que somos animales racionales.

Foto de Scott Anderson.
Uno de estos lugares privilegiados son las frías aguas del Prince William Sound, en Alaska, un lugar bellísimo donde se filmaron las impresionantes imágenes de un documental de la National Geographic que me permito recomendar: Asesinos del hielo: Los secretos del tiburón salmón de Alaska (2009). En él vais a observar con qué extraordinaria habilidad y velocidad los cailones dan caza a los escurridizos y rápidos salmones. La potencia de sus acometidas les hace saltar por encima de la superficie en piruetas verdaderamente espectaculares.

Foto: Dr. Kenneth J. Goldman.
¿Cómo es posible que un tiburón sea capaz de moverse con tal agilidad en aguas que apenas superan los 5ºC? Pues porque tiene sangre caliente: dispone de un extraordinario sistema de retención de calor que les permite mantener el interior de su cuerpo a una temperatura de hasta 26ºC (2). Con ello logran incrementar exponencialmente su rendimiento muscular [véase El sistema circulatorio de los tiburones], además de permitirles sobrevivir en las frías aguas del Pacífico Norte. ¿No es extraordinario?

Magistral fotografía de Doug Perrine.

>>Para conocer otros tiburones "saltarines", podéis visitar El salto del brevipinna y El salto del oxyrinchus.
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(1) Bien mirado, también la gente de aquella zona podría sostener exactamente lo mismo, que el nasus es el cailón salmonero del Atlántico.
(2) Diego Bernal, Jeanine M. Donley et al. (2005) "Mammal-like muscles power swimming in a cold-water shark". Nature 437, 1359-1352

2 comentarios:

  1. Estoy enamorauuuuu..., bonito articulo, y la ultima foto inmejorable.

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    1. :) Ya me acordé de ti alguna vez mientras escribía el articulito y elegía las fotos, sabiendo que compartimos esa fascinación por los cailones. Me alegro de que te haya gustado, Isaías. A ver si suerte y consigo fotos HECHAS POR TI de algún ejemplar del Cantábrico ;)

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