Mar del Norte (fuente: www.eea.europa.eu). |
En algunos casos la cosa ha tenido consecuencias nefastas: el angelote (Squatina squatina) y la noriega (Dipturus batis)¹ han sido eliminados totalmente de la zona; del primero no se tienen noticias desde junio de 1966 y de la segunda, desde los años 70. Cuando ambas fueron especies comunes y ampliamente extendidas a principios del XX.
Basándose en el análisis de series históricas de datos pesqueros de los últimos 110 años, desde 1902 hasta 2013, los autores concluyen que, en general, las especies de mayor porte han cedido el domino de sus aguas a criaturas más pequeñas pero más productivas y de inferior valor comercial. Las poblaciones de las primeras han sufrido descensos importantes y en algunos casos se han visto desplazadas hacia otras zonas mientras las segundas han ido ocupando los nichos que quedaban libres. Hasta los años 60 del pasado siglo la estructura y distribución general de las comunidades de rayas era más o menos armónica y uniforme a lo largo de toda aquella zona, pero a partir de los 70 esta armonía se rompe constatándose un desplazamiento de las grandes especies hacia el W.
El mar del Norte es una de las zonas del planeta que ha experimentado más cambios ambientales debidos a factores antropogénicos, singularmente la pesca industrial y el impresionante desarrollo comercial e industrial que ha modificado profundamente el relieve y estructura de muchos tramos de sus riberas. Pero su historia, esta historia, es también un reflejo de lo que ha ocurrido, está ocurriendo y, si no ponemos remedio, ocurrirá en otras áreas del planeta... como la nuestra.
Izq. Angelote (Squatina squatina). Dcha. Noriega (Dipturus batis) (fuente: S. Iglésias/Nature.com). |
La consecuencia es que las especies más longevas y de mayor porte han ido desapareciendo de la zona y desplazándose hacia áreas del norte y el oeste, siendo sustituidas por otras de menor tamaño y de crecimiento más rápido, que no solo se veían libres de competidores y depredadores, sino que también se beneficiarían porque, al ser de menor valor comercial, eran relativamente más descartadas. Como queda dicho, la noriega ha desaparecido totalmente del sur (actualmente, la D. intermedia solo se captura esporádicamente en algunos puntos septentrionales), y la raya de clavos (Raja clavata) ha visto mermadas sus poblaciones, si bien con una ligera recuperación a partir de los años 90 en determinadas áreas del sur, debido al menor esfuerzo pesquero en el arrastre y a los refugios de facto que proporcionan las áreas libres de pesca de los corredores marítimos, los bancos de arena y los parques eólicos marinos.
La incidencia del arrastre de varas sobre los tiburones estudiados ha sido menor, lo que se explica por su modo de vida demersal, es decir, menos vinculado a los fondos (a excepción, naturalmente, del pobre angelote). Aún así, el cazón (Galeorhinus galeus) y la mielga (Squalus acanthias), que a comienzos del XX eran tiburones muy comunes y extendidos en esta parte del mar del Norte, en el XXI sus capturas son esporádicas. Al contrario que las musolas (Mustelus mustelus y M. asterias) y la pintarroja (Scyliorhinus canicula), especies asociadas a aguas más templadas cuya presencia es cada vez mayor.
Mielga (Squalus acanthias). Foto: Melanie Chamorel (www.melaniechamorel.com). |
El calentamiento del mar hace que las especies asociadas a aguas frías se desplacen hacia el norte y su lugar lo ocupen especies que prefieren temperaturas más altas. Estos cambios se han detectado incluso en la composición del plancton. El caso de la raya radiante (Amblyraja radiata), una especie de agua fría, es ilustrativo. Se trata de la única raya cuyas poblaciones aumentaron claramente en la segunda mitad del XX, seguramente por ser la más resistente a la presión pesquera debido a su pequeño tamaño y maduración más rápida, su preferencia por aguas más profundas y por tanto menos arrastradas, y por ser también de las más descartadas en la pesca (además de que la desaparición de sus competidores más grandes dejaba el campo abierto para su expansión). Y sin embargo, pese a ello, se encuentra en franco descenso en la franja meridional de su distribución, retrayéndose hacia las zonas frías y profundas del norte, lo que solo puede explicarse por el incremento de la temperatura del mar.
En cuanto a los tiburones, se constata el descenso de las especies asociadas a aguas frías y el incremento de las que prefieren mares más templados. La caída de las poblaciones de la mielga tiene que ver con la presión pesquera, pero también con la subida de las temperaturas, al ser una especie asociada a aguas más frías. En cambio, el caso de las musolas y las pintarrojas, a las que les gusta el agua un poco más templadita, es exactamente el contrario. Si a comienzos del XX sus capturas eran más bien esporádicas, ahora mismo son especies bien establecidas en la franja sur, lo que, por otra parte, indica que con toda probabilidad llegaron a través del canal de la Mancha. Según los autores del estudio, esta situación es un reflejo de lo que está ocurriendo con especies como la sardina (Sardina pilchardus), el boquerón (Engraulis encrasicolus) y el salmonete de roca (Mullus surmuletus). El aumento de las poblaciones de pintarroja ha sido potente durante los 1960, posiblemente porque se vio beneficiada por el declive de las rayas, competidoras en potencia, habida cuenta de que sus dietas se solapan parcialmente, además de ser un descarte frecuente con amplias expectativas de supervivencia.
Cazón (Galeorhinus galeus). Foto: Walter Heim, friendsoflajollashores.com |
En definitiva, lo que este trabajo viene a demostrar, una vez más, es que los elasmobranquios (tiburones y rayas) de gran talla son, por su propia naturaleza, especialmente vulnerables a la pesca industrial. Esto unido a otros vectores de cambio como el calentamiento del océano y la alteración y destrucción de hábitats estratégicos, trae consigo no solo la disminución e incluso eliminación completa de una especie, sino graves alteraciones en la estructura y distribución de todas estas comunidades.
Esto ocurre en el mar del Norte y en muchas otras zonas del planeta. Aquí vamos por el mismo camino.
_______________________________
¹Para ser exactos, el trabajo no se refiere exactamente a la noriega (Dipturus batis), sino que habla en todo momento de un complejo, "Dipturus batis-complex", dado que en realidad este nombre, según acaba de descubrirse, en realidad esconde dos especies, D. flossada y D. intermedia.
²El arrastre de varas es una modalidad de arrastre en la que una barra de metal de hasta 12 m de largo mantiene abierta la red sin necesidad de usar portones.
Fuente: Greenpeace. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario