Tiburón cerdo capturado en la isla griega de Aegina (Foto: Joanna Franke). |
Tiburón cerdo
Oxynotus centrina (Linnaeus, 1758)
(es. Tiburón cerdo, cerdo marino; gal. Peixe porco; in. Angular Roughshark; port. Peixe porco, tubarao porco.)
Orden: Squaliformes
Familia: Oxynotidae
A muchos les puede parecer cualquier cosa... excepto un tiburón. Y sin embargo lo es: el tiburón cerdo es tan tiburón como el tiburón blanco o el tiburón ballena; es un tiburón como una catedral, tal vez una catedral cubista, si tal cosa existiese, pero catedral al fin y al cabo. Comparte con estas especies, es verdad que más típicas y reconocibles, elementos anatómicos fáciles de observar una vez repuestos del susto del primer encuentro. Recordemos: esqueleto cartilaginoso, piel cubierta por grandes dentículos dérmicos, cinco hendiduras branquiales en posición lateral, ausencia de vejiga natatoria, fecundación interna. Y en mi opinión, un bicho dotado de una extraña belleza.
Descripción: Como el cerdo velero (Oxynotus paradoxus), tiene un cuerpo rechoncho, alto y de sección triangular, con tres carenas longitudinales en cada vértice del triángulo: una interdorsal y dos abdominales. Cabeza pequeña con un morro corto y romo y narinas grandes y adelantadas. La boca es también muy pequeña y de labios carnosos y prominentes. Los ojos son también grandes, ovalados y sin membrana nictitante. Carece de aleta anal.
Pero a diferencia del paradoxus, los espiráculos son grandes y alargados, ovalados o con forma de 'D'; los ojos presentan fuertes carenas supraorbitales bastante expandidas, formando como dos bultos redondeados; las grandes aletas dorsales no son tan altas y su ápice es triangular, no afilado; y las espinas que las atraviesan no están dispuestas en paralelo, sino que son divergentes, en forma de 'V', porque la primera está inclinada hacia delante.
La librea es también diferente: color pardo grisáceo con bandas más claras en la cabeza y flancos. Cuando el animal lleva muerto mucho tiempo, se observa un oscurecimiento generalizado.
Detalle boca del O. centrina. Foto: Javier Guallart, L'Elasmogrup. |
Talla: 150 cm de longitud total máxima, si bien normalmente no sobrepasan el metro. Al nacer miden unos 21-24 cm. En las áreas más septentrionales de su distribución las hembras maduran hacia los 65 cm; mientras que en el sur, en aguas angoleñas, existen dos registros de hembras adultas de 51 y 58 cm. Los machos maduran hacia los 60 cm¹. Los datos, en todo caso, no parecen definitivos: Capapé et al. (1999) señalan una mayor talla de madurez para las hembras que para los machos (66 y 60 cm, respectivamente), mientras que Serena (2005) establece un 50-70 cm general².
Foto: Fausto Tinti. |
Dieta: En principio, a base de gusanos poliquetos, crustáceos y moluscos del fondo, ocasionalmente peces pequeños. La forma y peculiar estructura de la boca, con los enormes labios carnosos, hacen pensar que este tiburón emplea un mecanismo de succión
Por otro lado, se han encontrado huevos y embriones de pintarroja en los contenidos estomacales. A este respecto, resultan algo más que interesantes los resultados de un reciente trabajo de Javier Guallart et al.⁴ basado en las observaciones del comportamiento alimentario de un ejemplar conservado en el acuario de Valencia, que sugieren, a falta de estudios posteriores que lo confirmen, una especialización alimentaria en las cápsulas-huevo de elasmobranquios, tanto en el O. centrina como en los demás oxinótidos. La peculiar dentadura del tiburón se utilizaría a la manera de un abrelatas: los dientes superiores se fijarían sobre la superficie córnea de la cápsula, ayudados por los labios, que actuarían a modo de ventosa, y los inferiores se encargarían de abrirla, y el tiburón se tomaría la yema fresca como nosotros una ostra directamente desde la concha.
Hábitat y distribución: El tiburón cerdo es una especie bentónica de aguas frías, templadas e incluso cálidas. Habita los fondos fangosos y arenosos del talud superior y la plataforma continental entre los 50-777 m, sobre todo a partir de los 100 m.
Comportamiento: Como ocurre con el O. paradoxus, su comportamiento es poco conocido al tratarse de una especie no muy frecuente. Es de movimientos lentos y hábitos solitarios, aunque se han capturado por parejas. Su hígado voluminoso (representa el 16-23% de su peso corporal) seguramente le confiere flotabilidad neutra.
Se ha intentado mantener al tiburón cerdo en cautividad en el interior de grandes acuarios, pero sin demasiado éxito. Los animales apenas lograban sobrevivir unos pocos meses. Algunos pasaban la mayor parte del tiempo girados sobre su dorso, con lo que se apuntó la posibilidad de que estuviesen utilizando sus grandes espinas dorsales para desenterrar invertebrados. Pero lo más probable es que se tratase de un comportamiento aberrante causado por una deficiente aclimatación del animal, o bien por determinadas condiciones adversas del tanque (temperatura, luz, estímulos electromagnéticos, baja presión, etc.), dado que los individuos que actuaban así no se alimentaban y morían a los pocos días, según refieren Barrull & Mate. Esto viene a subrayar el éxito logrado por los responsables del acuario del Oceanográphic de Valencia, que han conseguido mantener con vida y en perfectas condiciones el ejemplar estudiado por Guallart y compañía durante más de 24 meses, y sigue.
Oxynotus centrina (Foto: Oceana)
Pesca y estatus: Escaso interés económico. Se capturan accidentalmente con palangre y arrastre. Actualmente la presión pesquera en aguas profundas es brutal, lo que está llevando a una disminución de sus poblaciones.
Figura en la Lista roja de la IUCN con el estatus global de Vulnerable; sin embargo, en el Mediterráneo está considerada En peligro crítico.
En el BOE del 21 de enero de 2012 las autoridades españolas incluyeron al tiburón cerdo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Orden AAA/75/2012) para su adaptación al Anexo II del Protocolo sobre zonas especialmente protegidas y la diversidad biológica en el Mediterráneo. Esto quiere decir que se prohíbe su captura, pero sólo en el Mediterráneo, lo que es una pena, porque todo su hábitat se encuentra en pleno campo de acción de la flota arrastrera, cada vez más potente y eficaz. En el Atlántico nororiental parece ser que faltan datos que justifiquen soluciones más drásticas.
En fin.
[En Galicia tenemos otra especie de cerdo marino. Si queréis conocerlo, no tenéis más que visitar el post Cerdo velero (Oxynotus paradoxus). Seguro que también os va a sorprender.]
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¹David A. Ebert, Matthias F. W. Stehmann (2013). FAO Species Catalogue for Fishery Purposes: Sharks, Batoids and Chimaeras of the North Atlantic. FAO, Roma.
²Bradaï, M.N., Serena, F. & Bianchi, I. (Mediterranean) and Ebert, D.A. (South Africa) 2007. Oxynotus centrina. The IUCN Red List of Threatened Species. Version 2015.2. <www.iucnredlist.org>, consultado a 27 de julio de 2015.
³Joan Barrull & Isabel Mate (2002). Tiburones del Mediterráneo. Llibreria El Set-ciènces, Arenys de Mar.
⁴Javier Guallart, P. García-Salinas, A. E. Ahuir-Baraja, M. Guimerans, J. R. Ellis & M. Roche (2015). "Angular roughshark Oxynotus centrina (Squaliformes: Oxynotidae) in captivity feeding exclusively on elasmobranch eggs: an overlooked feeding niche or a matter of individual taste?". Journal of Fish Biology, doi: 10.1111/jfb.12761.