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sábado, 31 de agosto de 2019

Diferenciando marrajos de tintoreras

Marrajo (Isurus oxyrinchus) y tintorera (Prionace glauca). Foto: Andy Murch, Elasmodiver.
Hace unos días la playa da Frouxeira fue clausurada durante varias horas debido a la presencia de un grupo de pequeños tiburones. El coordinador de playas de Valdoviño explicó a la prensa que se trataba de "seis o siete tiburones mako", lo cual originó un debate en la prensa y en las redes sociales repleto de inexactitudes y de confusión. En realidad eran pequeñas crías de tintorera, absolutamente inofensivas, y no makos (término con el que en inglés se conoce al marrajo); pero parece que por lo que sea esta palabra tiene gancho, yo creo que tal vez porque genera más inquietud entre el público, tiene una especie de aura hollywoodiense, y algunos empezaron a ver makos por todas partes, y por extensión, marrajos.

     Aunque las diferencias entre ambas especies son notables (no en vano pertenecen a diferente orden y familia), he observado que a mucha gente les cuesta distinguirlas, o tienen bastantes dudas al respecto. De hecho, empecé a recibir bastantes preguntas acerca de ello, sobre todo a través de la página de Facebook de Tiburones en Galicia. De ahí este pequeño artículo, que espero sea de utilidad. Como su objetivo es divulgativo, no especializado, he seleccionado unicamente aquellos rasgos morfológicos que resultan más apreciables a simple vista.

1. FORMA CORPORAL Y ALETAS.
La tintorera pertenece al orden Carcharhiniformes, familia Carcharhinidae; por tanto está emparentada con el tiburón gris (Carcharhinus plumbeus), tan abundante en los acuarios, y con el tiburón tigre (Galeocerdo cuvier) que tanto sale en los documentales. El marrajo pertenece al orden Lamniformes, familia Lamnidae, la misma que su primo hermano el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), con el que tanto miedo nos han metido; el parecido entre ambos es innegable, pero ni son la misma especie ni tienen las mismas costumbres alimentarias, así que todo el mundo tranquilo.

Foto de arriba: George Karbus Photography. Foto de abajo: Patrick Doll, Wikimedia Commons (editada).
➪1. La tintorera tiene un cuerpo más esbelto y alargado que el del marrajo, que es fusiforme, con forma de proyectil, y mucho más compacto y recio. Esto se traduce en sus diferentes formas de nadar: la tintorera es mucho más elegante, de movimientos mucho más sinuosos y lentos, mientras que el marrajo es más "duro" y nervioso.
➪2. Las 5 aberturas branquiales de la tintorera son cortas, mientras que las del marrajo son mucho más grandes.
➪3. Aletas pectorales largas como alas en la tintorera, más cortas en el marrajo.
➪4. La primera aleta dorsal de la tintorera es más baja y está en posición más retrasada (más o menos a media distancia entre las pectorales y las pélvicas) que la del marrajo, cuyo origen se sitúa aproximadamente sobre el borde posterior de la pectoral.
➪5 y 6. La segunda aleta dorsal y la aleta anal son diminutas en el marrajo, y más altas y fácilmente apreciables en la tintorera.
➪7. El pedúnculo caudal (*) del marrajo está reforzado por dos fuertes quillas laterales, ausentes en la tintorera (véase detalle en la foto de pie de página).
➪8. La aleta caudal de la tintorera es heterocerca (es decir, su lóbulo superior es mucho más largo que el inferior), mientras que en el marrajo es homocerca (lóbulos superior e inferior casi idénticos), en forma de media luna, como corresponde al gran velocista que es. Otros velocistas como los atunes presentan también una caudal homocerca, magnífico ejemplo de convergencia evolutiva.

Nadando en superficie. Tintorera en el muelle de Muros y, superpuesta, fotografía de un marrajo acercándose a una lancha (foto de Adam Dickinson).

Color: El marrajo tiene un color azul acero en la superficie dorsal, más claro en los costados, y la superficie ventral muy blanca. Los cambios de color están bien delimitados.
     La tintorera es de un azul intenso y brillante, más oscuro en el dorso y los costados y blanco en la parte ventral. Los cambios de color son graduales, difuminados. 

2. CABEZA y DIENTES.
El cuerpo fusiforme del marrajo remata en un característico morro cónico muy afilado. El morro de la tintorera, en cambio, es más alargado y está aplanado dorsoventralmente.

Arriba: Marrajo (foto: KF60AK CC BY-SA 2.0). Abajo, tintorera (foto: Toño Maño).
Pero sin duda lo que llama la atención es la boca... y los dientes. En el marrajo, los dientes, grandes y largos, asoman de la mandíbula inferior, bien visibles, incluso con la boca cerrada. Poseen una sola cúspide de bordes lisos y afilados, y están inclinados como ganchos hacia el interior de la boca. Por su espectacularidad, sus mandíbulas suelen prepararse y exhibirse como un trofeo.
     Otro rasgo importante del marrajo es que sus grandes ojos carecen de membrana nictitante (un párpado que protege el ojo cuando el animal se abalanza sobre una presa). En su lugar, los lámnidos giran el ojo hacia atrás cuando van a morder.

Marrajos. Foto superior tomada de www.malaga.es. Foto inferior de fuente no localizada (editada).
Comparativamente, los dientes de la tintorera son más pequeños, y es difícil apreciárselos con la boca cerrada o incluso semiabierta. Son triangulares, de una sola cúspide inclinada, y tienen bordes aserrados.
     Como todos los miembros de su familia, las tintoreras poseen membrana nictitante, a diferencia de los marrajos. En la primera fotografía de abajo se la puede apreciar claramente cubriendo a medias el ojo de un ejemplar capturado con palangre.

Tintoreras. Fotos: Toño Maño.
OTROS DATOS INTERESANTES
La tintorera mide al nacer entre 35-44 cm y puede llegar a alcanzar los 380 cm. Es vivípara placentaria con camadas de 4 hasta 135 crías, si bien por lo común rondan las 15-30.
     El marrajo mide entre 60-70 cm al nacer y puede superar los 400 cm de longitud total. Es vivíparo aplacentario (ovovivíparo) con camadas de unos 4 a 25 crías.

Tintorera con marrajo en la distancia. Foto tomada de un artículo de Kathryn Curzon publicado en www.paralenz.com.
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(*) El pedúnculo caudal:
Detalles del pedúnculo caudal de un marrajo (izq), con las características quillas laterales, y de una tintorera (dcha), donde se puede apreciar la foseta precaudal en forma de media luna. Fotos de Gonzalo Mucientes (izq) y de Toño Maño (dcha).

6 comentarios:

  1. Muy buen post. Muy buenas explicaciones.... que deberían ser leídas, además de por la gente de a pie... por más de un periodista antes de lanzar titulares imprecisos y sin ninguna base científica.
    Buen trabajo. Ovr

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  2. Maravillosos artículo; habrá que imprimirlo y llevarlo a la playa, por si acaso, jejeje.
    De todas formas, me pregunto si todas estas características son fácilmente apreciables con el animal sumergido y nosotros en la orilla.

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    1. Gracias, Moisés. Buena pregunta. No es difícil distinguirlos una vez que los tienes delante, pero depende de tu ángulo de visión, naturalmente. En cualquier caso, no te comas mucho la cabeza: lo que vas a ver aquí en la orilla son estas crías de tintorera. Marrajos, ninguno.
      Pero ante la duda haces una foto y la mandas.

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  3. Se podría decir que el Mako, o Marrajo, es casi idéntifico en el aspecto al su primo el iburon blanco, solo que más estilizado.
    La tintorea tiene más aspecto de tiburon bueno, de no haber roto un plato, y aunque menos peligro que el tiburon blanco o el marrajo, tambien hay que tomar ciertas precauciones con ellas.

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