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I Encuentro Blogtiburones. Lerma, 10-12 de junio de 2011. |
El silencio es algo que únicamente podemos comprender mediante palabras (una paradoja solo en apariencia). Lo mismo ocurre con el vacío como el que sentimos ante la pérdida inesperada de una persona querida, lo que no es extraño, pues al fin y al cabo, el silencio no es más que uno de los rostros del vacío. En momentos así uno piensa: "No hay palabras", pero no es cierto. Sí hay palabras. Solo que, inmersas en el torbellino fantasioso e insano que se nos forma dentro, resulta difícil atraparlas y construir con ellas un discurso capaz de recoger todo esto que nos aflige y corroe. Silencio, vacío, vértigo, angustia, llanto, pesadumbre, tristeza, desconsuelo, rabia... Lleva su tiempo gestionar y dar forma a emociones tan dolorosas, y cada uno lo haremos a nuestra manera, a nuestro ritmo.