Ahora que parece que comienza la temporada de peregrinos (Cetorhinus maximus), tras los últimos dos avistamientos en la costa asturiana, conviene tener en cuenta unas cuantas normas elementales de conducta en caso de que tengamos la fortuna de tropezarnos con uno o varios de estos increíbles animales, que ya sabéis que gustan de acercarse mucho a tierra e incluso meterse dentro de las dársenas, como ocurrió por ejemplo en Pedras Negras el año pasado.
El objetivo es que disfrutemos de un momento privilegiado respetando al mismo tiempo a estos pacíficos gigantones. La idea es que sientan ganas de volver el año que viene. Admirarlos sin respetarlos no sería más que admirarnos a nosotros mismos, como estos descerebrados que todos los veranos acosan, pegándose a ellos con sus lanchas, a cualquier grupo de delfines que se acerca a nuestras playas.
1. Embarcaciones de motor:
- Ante cualquier avistamiento, bajar la velocidad a menos de 6 nudos evitando los cambios súbitos de velocidad.
- A menos de 100 metros de cualquier animal poner el motor en punto muerto para evitar causar heridas en caso de colisión.
- La distancia mínima de observación a un grupo grande de peregrinos (cosa sumamente inusual en nuestra costa) es de 500 m.
- Procura observar la dirección que sigue el tiburón a fin de poder anticiparte a sus movimientos.
- Las motos acuáticas no deberían circular a menos de 500 m del tiburón.
(Foto: Jane Young)
2. Nadadores y buceadores:
- No intentar tocar al tiburón.
- Mantener al menos una distancia de 4 metros, y mucho cuidado con la cola.
- Si estamos en grupo, mejor mantenerse juntos en la superficie.
- Cuando sea posible, tratar de limitar el número de personas en el agua al mismo tiempo.
- Procurar no usar el flash de nuestras cámaras porque puede asustar al tiburón.
- Observar la dirección que sigue el tiburón a fin de poder anticiparse a sus movimientos. Si quieres entrar en el agua, hazlo 100 m por delante.
3. Piragüistas y kayakers:
- Mantener la calma y nunca dirigirse directamente hacia el tiburón.
- Si estamos en grupo, mantengámonos siempre en bloque, no acercándonos al animal cada uno por su lado (mucho menos rodearlo), ya que podría asustarse y entonces se sumergiría y se acabaría nuestra diversión; o bien podría actuar de forma imprevisible, por ejemplo revolviéndose y sacudiendo la cola. Aunque son animales sumamente pacíficos, un tiburón acosado puede causarnos algo más que un susto.
- No nos interpongamos en su camino, ni crucemos por delante. Que el animal siga su ruta sin verse obligado a cambiar de dirección y velocidad.
- Como en los casos anteriores, observar su dirección y anticiparnos a sus movimientos para situarnos en una buena y respetuosa posición de observación. La idea siempre debe ser dejar que sean ellos quienes se acerquen a nosotros, y no al revés.
- Los peregrinos a veces se sienten atraídos por los kayaks; pueden acercarse a ellos, nadar en paralelo e incluso sumergirse bajo la quilla. En estos casos, relajémonos y disfrutemos.
En resumen: Sentido común y respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario