Pesca a bordo del palangrero chino 'Jing Lu Yuang No 005'. (Foto: Alex Hofford, Greenpeace). |
En Europa estas decisiones políticas y sus justificaciones, así como los acuerdos de pesca firmados con terceros países, suelen ser de dominio público, están a disposición del ciudadano u organismo que desee valorar y evaluar por si mismos su idoneidad y sus resultados. Claro que también es verdad que existe una "tendencia" a permitir que sean las empresas privadas y no los países los titulares de cada convenio, lo cual sustraería del dominio público los términos firmados, favoreciendo de este modo el secretismo y con él las malas prácticas. En cualquier caso, nos es posible disponer de datos oficiales más o menos realistas, más o menos falsificados, de tonelajes, desembarcos, etc. Y además existe un cuerpo de inspectores que a veces hasta funciona... en territorio europeo. Aunque no lo creáis, esto supone una cierta garantía frente a los desmanes que se podrían cometer si no existiesen. Por eso cuando nuestros barcos abandonan una zona de pesca de cualquier parte de África, pongamos por caso, y esta pasa a ser ocupada por barcos de un país como China... la cosa es para echarse a temblar. Y si, como es tradición, el gobierno chino no muestra demasiados escrúpulos a la hora de envenenar a sus ciudadanos y destrozar su propio país, no es difícil imaginar qué le importará arrasar el resto del planeta, como lo demuestra la destrucción masiva de arrecifes que se está llevando a cabo en el Mar de China (en aguas, pese a su nombre, que no le pertenecen).
¡Que vienen los chinos! Desde finales del siglo XX y comienzos del XXI, la flota pesquera de China ha experimentado una vertiginosa expansión hacia caladeros de otros lugares del mundo a medida que el país ha ido incrementando exponencialmente su influencia económica y mejorando su infraestructura pesquera: arrastreros, palangreros, cerqueros, cefalopoderos chinos están ya presentes prácticamente en todo el planeta, como muestra este gráfico:
Fuente: Pauly, Belhabib, Blomeyer et al (2013) |
Los piratas de la China. La flota china está arrasando ilegalmente las aguas de naciones como Korea, Japón, Filipinas, Indonesia, Vietnam, Malasia, diversos países de África (Sudáfrica incluida), llegando hasta Centroamérica y Sudamérica. Algunos países han tomado medidas ciertamente duras, como el hundimiento de buques y la detención de sus tripulaciones. Sudáfrica apresó tres pesqueros, y un guardacostas argentino hundió un arrastrero que faenaba ilegalmente en su costa. Cada vez más países están adoptando medidas similares¹.
La aleta de tiburón. No hace falta recordar, cuando hablamos de pesca y de China, la importancia del comercio de aleta: China es el motor principal de la destrucción de las poblaciones de tiburones en todo el mundo. Como ejemplo, las antes riquísimas poblaciones de zonas de Ecuador, Colombia, Costa Rica y un largo etc. están siendo arrasadas por la acción directa o indirecta de los chinos, con la complicidad, por supuesto, de grupos locales de poder.
China declara a la FAO el 9% del total de sus capturas globales. Acaba de publicarse un trabajo² sumamente esclarecedor llevado a cabo por un equipo de veinte investigadores que se propusieron realizar un cómputo lo más realista posible de las toneladas de pescado capturado en todo el mundo por la flota de este país. Dada la imposibilidad de obtener de sus autoridades datos fiables de capturas y desembarques, y dado también el secretismo que igualmente envuelve los convenios de pesca con terceros países, los autores de este necesario estudio han tenido que recurrir a fuentes no oficiales —artículos científicos, informes y noticias de prensa, consultas a expertos en pesca local, etc.— y aplicar sobre los resultados obtenidos un complejo cálculo estadístico. Se trataba de conocer qué está ocurriendo realmente, cuánto pescado se retira del mar, y a qué debemos atenernos a la hora de plantear y desarrollar medidas de protección y conservación de los recursos pesqueros (suponiendo, claro está, una voluntad política a nivel internacional que no existe). Si no sabemos lo que hay y, especialmente, lo que no hay, el mar está definitivamente condenado.
El estudio calcula 2000-2011 un total de 4,1 millones de toneladas de pescado al año con un valor de 11 500 millones de dólares durante el periodo 2000-2011. China reporta a la FAO una media anual de 368 000 toneladas.
Fuente: Pew Environmental Group (www.PewEnvironment.org/research-programs) |
África impunemente saqueada. Casi el 75% de las capturas proceden de África, con cerca de 3 millones de toneladas solo de sus costas occidentales, las más afectadas por la pesca ilegal en todo el planeta, estimándose que más de un tercio de las capturas son IUU³ (siglas en inglés para la pesca ilegal, no declarada o no reglamentada). Es más que probable que China esté cometiendo un robo a gran escala, no solo enviando a su flota a faenar ilegalmente, sino, por ejemplo, firmando acuerdos pesqueros fraudulentos o que directamente no se cumplen (uno firma por tantas toneladas y se captura el triple o el cuádruple). Además, en ciertos lugares del continente operan las mafias chinas con total impunidad, con la complicidad, en unos cuantos casos, de las autoridades locales. Comunidades enteras de pescadores se están viendo obligadas a quedarse en tierra al ver sus zonas tradicionales de pesca literalmente arrasadas por estos piratas.
Según datos de Greenpeace, el número de pesqueros con bandera china que operan en África ha pasado de 13 en 1985 a 462 en 2013. Solo esta organización detectó 114 casos de pesca ilegal (sin licencia o en zonas prohibidas) en aguas de Gambia, Guinea, Mauritania, Senegal y Sierra Leona, 60 de ellos por parte una compañía pesquera estatal⁴.
El ejemplo de Guinea es sangrante e ilustrativo. Cuando este país empobrecido empleaba sus escasos recursos para luchar contra el Ébola, los arrastreros chinos aprovecharon para arrasar más impunemente si cabe sus aguas territoriales.
En África se encuentran las aguas más ricas y productivas del planeta. ¿Hace falta explicar más?
Ojo con las generalizaciones. Por supuesto, es importante matizar que cuando hablamos de China no nos estamos refiriendo al conjunto del sufrido país. No todos los ciudadanos chinos apoyan las irresponsables políticas de sus gobernantes, en este y en otros temas. De hecho, existen cada vez más personalidades y asociaciones comprometidas en alertar, hasta donde se les permite, sobre estos temas y educar a sus conciudadanos —en el tema del finning, su labor es fundamental—, en muchos casos rozando la heroicidad. Debe quedar claro que cuando hablamos, genéricamente, de "chinos" nos referimos a su establishment, al siniestro conglomerado de mafias, empresas y políticos que mangonea el destino de esa inmensa nación, no a su ciudadanía, tan respetable como la nuestra.
Y además aquí también cocemos habas, y de qué manera.
Pesqueros chinos en el puerto de Haikou, al norte de la isla de Hainan (AFP/STR) |
Pinchando AQUÍ accederéis a la noticia (en francés) acompañada de unas ilustrativas imágenes.
___________________
¹Véase el Huffington Post del 12-VI-2016.
²Pauly, D., Belhabib, D., Blomeyer, R., Chenung, W. W. W.L., et al. "China's distant-water fisheries in the 21st century". Fish and Fisheries, 23 de marzo de 2013. doi: 10.1111/faf.12032.
Podéis descargarlo pinchando aquí.
Ver también, además de la página citada de Pew Environment, el excelente resumen de John Vidal en Business Green, de The Guardian.
³"How China's trawlers are emtying Guinea's oceans", en www.bbc.com.
⁴Véase noticia en The Guardian del 20-V-2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario