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viernes, 10 de enero de 2014

Edad y tasa de crecimiento del tiburón blanco

Foto de Andrew Bazeley
Una vez más, los tiburones nos alegran el cuerpo con datos sorprendentes.
Acabamos de conocer que es más que posible que el tiburón blanco (Carcharodon carcharias) sea uno de los tiburones más longevos, con una esperanza de vida que puede superar los 70 años; y es también posible que los ejemplares de mayor edad no sean las hembras más grandes, sino justamente al revés: que los grandes machos sean los más viejos.
Estos son parte de los espectaculares resultados de un interesantísimo trabajo¹ recién publicado, que, de ser definitivos, van a suponer un vuelco radical en los conocimientos que tenemos sobre la edad y las tasas de madurez del este extraordinario tiburón, con importantes implicaciones sobre el estatus y gestión de sus poblaciones actuales.

Sus autores se basaron en la datación por carbono-14 de las vértebras de cuatro machos y cuatro hembras capturados entre 1967 y 2010 en el Atlántico NW la primera de este tipo que se realiza sobre tiburones blancos tomando como marco de referencia la acumulación de este isótopo radioactivo en los organismos marinos a consecuencia de las pruebas nucleares realizadas en la zona entre mediados de los 50 y mediados de los 60 del siglo pasado.
Para estimar la edad de los tiburones normalmente se recurre al cómputo de los anillos vertebrales o de las capas de crecimiento de dientes y otolitos (cristales de carbonato cálcico presentes en el sistema vestibular de los peces), a la manera de los anillos de crecimiento de los troncos de los árboles, en la suposición de que el crecimiento anual se va a traducir en la formación y superposición de una nueva capa de tejido sobre la anterior. Sin embargo, no se puede demostrar de manera concluyente que la formación de tales anillos tenga carácter anual, lo cual rebaja considerablemente el nivel de exactitud de estas estimaciones.

De hecho, el trabajo lo que ha demostrado es que los anillos de crecimiento son anuales hasta que el tiburón alcanza un tamaño mediano. A partir de ahí parece que la sincronía entre edad y tasa de crecimiento se rompe. Una vez alcanzada la madurez, el ritmo de crecimiento se ralentiza, y puede ocurrir bien que se produzca una alteración en las tasas de deposición de nuevas capas de tejido, o bien que los anillos de crecimiento sean a partir de entonces tan extremadamente finos que se vuelvan indistinguibles. Ello explicaría la enorme diferencia entre los datos conseguidos mediante el carbono-14 y las estimaciones anteriores... ¡Una diferencia de más de 40 años! Hasta ahora la esperanza de vida del tiburón blanco se situaba en torno a los 30 años; el cómputo de anillos vertebrales había llegado hasta los 23 en los individuos de mayor talla, que eran hembras. Pues bien, de los 8 ejemplares estudiados, el de mayor edad resultó ser un macho de 493 cm LB²... ¡que tenía 73 años! O sea, prácticamente como las personas. Hasta en esto se nos parecen.

Por otro lado, en tiburones de tamaño similar, los machos resultaron ser sustancialmente más viejos que las hembras, lo cual, como decíamos, pone patas arriba lo que hasta ahora dábamos por cierto. El macho de mayor talla superó en 33 años a la hembra más grande, de 526 cm (FL) y 40 años de edad. Los otros tres machos tenían 9, 14 y 44 años, las hembras 6, 21 y 32. Como señala el trabajo, "WS81, la hembra de mayor tamaño, es casi un metro más larga y sin embargo 4 años más joven que el segundo macho más grande de nuestro estudio (WS57)".

Si estos datos se confirman en otras zonas del planeta, el vuelco va a ser tremendo, no sólo a un nivel puramente científico, sino en todo lo relativo a la conservación del tiburón blanco. Las especies que viven más años tienen también una tasa reproductiva extremadamente baja, tardan mucho en alcanzar la madurez sexual³ y sus camadas suelen ser reducidas. En teoría, un animal más longevo tiene un mayor potencial reproductivo, lo que ocurre es que, en la práctica, eso lo hace mucho más vulnerable a los efectos de la pesca, bien como especie objetivo, bien como captura accidental. La tasa de recuperación de las poblaciones de tiburón blanco puede ser significativamente inferior a la estimada en la actualidad ya de por si bastante baja, lo cual obligaría a una revisión urgente de todos los planes de gestión vigentes.
Es una carrera contrarreloj. Se nos va en ello la supervivencia de un animal extraordinario.

Massachusetts Department of Fish and Game.

[ACTUALIZACIÓN A 2-II-2015] Lisa J. Natanson y G. Skomal, dos de los autores del estudio, acaban de publicar un nuevo trabajo sobre la edad y crecimiento del Carcharodon carcharias en el Atlántico NW basado en el cómputo de anillos vertebrales de 77 ejemplares capturados entre 1963 y 2010 el que hacen una breve evaluación de los métodos tradicionales de cómputo de los anillos vertebrales. A su juicio, las enormes diferencias en las estimaciones de edad arrojadas por estos sistemas y el más reciente basado en carbono-14 no pueden deberse a cuestiones ambientales, geográficas o genéticas (diferencias entre distintas poblaciones), o incluso a la metodología empleada (vértebras enteras o seccionadas, por ejemplo), sino al hecho de que en los ejemplares de mayor tamaño los anillos o bandas de crecimiento están tan compactos y apretados que se vuelven prácticamente indistinguibles, son extremadamente difíciles o imposibles de leer, de tal manera que solo pueden arrojar cómputos a la baja. Además, a diferencia de especies de la misma familia como el marrajo (Isurus oxyrinchus) y el cailón (Lamna nasus) que en algunos métodos suelen tomarse como modelo, el número de anillos de crecimiento en el tiburón blanco varía según la posición de la vértebra: las vértebras de la región abdominal presentan más anillos que las más próximas a la cola, particularmente en las hembras de gran tamaño, tal vez debido a que su mayor envergadura requiere un mayor refuerzo estructural y en consecuencia una mayor deposición de capas.

=>MADURACIÓN MUY TARDÍA: A partir de la combinación de sus estimaciones de edad con los previos sobre tallas: 26 años para los machos (tallas entre 417-464 cm LB) y 33 para las hembras (entre 450-500 cm LT). Una barbaridad.

Otro reciente trabajo, también basado en el carbono-14, revisa las estimaciones de edad de la población del Pacífico NE basadas en cómputos vertebrales (entre 11-15 años): su conclusión es que los tiburones blancos de esta zona superan con creces los 30 años de edad.

Foto: Jimi Partington.

[Más información sobre el bajo número de tiburones blancos en el océano en el artículo Quedan muy pocos tiburones blancos.]


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¹Li Ling Hamady, Lisa J. Natanson, Gregory B. Skomal, Simon R. Thorrold (2014). "Vertebral Bomb Radiocarbon Suggests Extreme Longevity in White Sharks". PLoS ONE 9(1): e84006. doi: 10.1371/journal.pone.0084006. Salió publicado anteayer, 8 de enero, y es de acceso libre. Se puede descargar desde aquí.
²LB es la longitud de la bifurcación (FL, 'fork length', en sus siglas en inglés), es decir, la distancia desde el morro hasta el ángulo posterior de la aleta caudal, donde se origina su bifurcación en los lóbulos superior e inferior.
³Hasta ahora lo que sabemos es que las hembras maduran en torno a los 14 años de edad, aproximadamente cuando han alcanzado los 450-500 cm, y los machos, hacia los 10-12 años y los 350-400 cm. Seguramente estos datos deberán ser revisados a la luz de lo expuesto.
Lisa J. Natanson & Gregory B. Skomal (2015). "Age and growth of the white shark, Carcharodon carcharias, in the western North Atlantic Ocean". Marine and Freshwater Research. http://dx.doi.org/10.1071/MF14127.
Allen H. Andrews & Lisa A. Kerr (2014). "Validated age estimates for large white sharks of the northeastern Pacific Ocean: altered perceptions of vertebral growth shed light on complicated bomb C-14 results". Environmental Biology of Fishes, doi: 10.1007/s10641-014-0326-8.

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