Foto: ALAMY |
Parece haber ciertos patrones migratorios que con toda probabilidad serán confirmados a medida que nos vayan llegando más datos de los diversos estudios de seguimiento.
Puede verse en solitario o formando agrupamientos donde existe segregación por tamaño y sexo, al menos en el Atlántico nororiental, lo cual contribuye a su vulnerabilidad: de un lance un palangrero puede eliminar toda una población y, sobre todo, sus perspectivas de recuperación para muchos años.
Hábitat y distribución: El Lamna nasus es un tiburón pelágico, epipelágico y litoral de aguas costeras y oceánicas frías a templadas, entre 1 y 18ºC. Aunque prefiere las temperaturas por debajo de los 18º (entre 5-10º en el Atlántico occidental), existe un registro en una zona a 23ºC. Es una de las especies más tolerantes a las bajas temperaturas. Recordemos que es una especie de sangre caliente (2).
Es más abundante en las aguas ricas de la plataforma continental. Su rango batimétrico se sitúa entre 0 y, al menos, los 700 m, aunque con preferencia entre 0-370 m. En verano suelen permanecer cerca de la superficie y aproximarse mucho a la costa. En cambio, en invierno se alejan hacia aguas más profundas.
En Galicia, como en el resto de Europa, era una especie bastante común que llegaba a adentrarse en las rías siguiendo los bancos de sus presas favoritas.
Son bos nadadores que a miúdo perseguen os bancos de sardiñas e xardas adentrándose no verán no interior das rías. [...] É abundante no litoral galego onde se pesca con palangre na época estival. Nas lonxas vense moitas veces. (3)Como veremos a continuación, esto se acabó.
Fuente: FishBase |
En el Hemisferio Sur, su zona de distribución abarca la franja de aguas templadas a frías que rodea la totalidad de la circunferencia terrestre en esas altas latitudes: Atlántico sur, Índico sur, Pacífico sur e, incluso, Antártico: Suráfrica, sur de Australia, Nueva Zelanda, Chile, costa oriental suramericana desde el sur de Brasil y Uruguay hasta el sur de Argentina.
Pesca en Noruega hacia 1970. Tomada de la excelente página www.fiskeri.no |
Capturas de Lamna nasus por la flota noruega durante el periodo 1925-1995 (fiskeri.no) |
La pesquería en el Atlántico nororiental la iniciaron los palangreros noruegos en las ricas aguas del mar del Norte hacia 1930, seguidos de los Daneses. Tras el gran colapso de los stocks a finales de los 60, ambas flotas se trasladaron al otro lado del Atlántico para seguir con su faena, no hace falta decir que con el mismo resultado. Fue en estas fechas cuando los españoles y los franceses empezaron a pescar cailón en las costas británicas, en esta parte del Atlántico, el golfo de Vizcaya y, en menor medida, el Mediterráneo... hasta que la vaca dejó de dar leche, o daba tan poquita cosa que no valía la pena ni agarrar el cubo. Las poblaciones se han derrumbado.
Estatus: A nivel global, con las excepciones que veremos, el cailón figura en la Lista Roja de la IUCN con el estatus de Vulnerable. Se ha constatado una disminución de las poblaciones que requiere la adopción de una serie de medidas de protección y mejora de la gestión, etc. Las poblaciones del Atlántico noroccidental han recibido la calificación de En peligro por la IUCN. Sin embargo, dado que parecen haber sido gestionadas con cierto rigor y seriedad dando lugar a una cierta recuperación, las autoridades competentes, Canadienses y Norteamericanas, particularmente las primeras, han autorizado la pesca comercial, si bien bajo un estricto control de licencias y cuotas.
La situación del Atlántico nororiental, el de esta parte de acá, el nuestro, es bien distinta. Aquí ni las autoridades nacionales ni las europeas han adoptado medida alguna que pusiese algún límite a las atrocidades cometidas por nuestra flota —española y europea, se entiende—. Como es habitual, los políticos correspondientes desestimaron las propuestas de la comunidad científica y autorizaron cuotas mucho más elevadas de lo que las menguadas poblaciones de Lamna podían soportar. Para que os hagáis una idea, llegó un momento en que el tonelaje de desembarcos estaba muy por debajo del autorizado en las cuotas. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir, que acabaron con todo.
Las poblaciones de Lamna nasus del Atlántico nororiental —también del Mediterráneo, donde está al borde de la extinción— figuran en la Lista Roja de la IUCN con el estatus de En peligro crítico.
Desde el 2008 figura en el Apéndice II de la CMS, y desde el 2013 en el Apéndice II del CITES (5).
Los cailones continúan cayendo en los aparejos, es cierto que de forma accidental. Todos los meses caen unos cuantos, que acaban comercializándose de manera ilegal, sin pasar por lonja, sin que figuren en ningún registro. De modo se hace imposible establecer un número, siquiera aproximado, de los ejemplares muertos cada año que permita evaluar la evolución de las poblaciones. Y para empeorar la cosa, no son infrecuentes los errores de identificación: marrajo (Isurus oxyrinchus) y cailón (Lamna nasus) suelen confundirse, consciente o inconscientemente, premeditadamente o no, y se meten en el mismo cajón: "son marrajos", te dicen.
Recordemos, una vez más, que el océano y todas las criaturas que hay en él (excepto los bidones radiactivos, que el que los tiró debería llevárselos) son nuestras, patrimonio de todos los ciudadanos, no de unos pocos. Y nadie debería arrogarse el derecho de lucrarse a costa de privarnos de su disfrute.
Queremos que el Lamna nasus vuelva a nuestras rías persiguiendo su comida. Tenemos derecho a ello. Y por si a alguno le entran dudas, que sepan que no es una especie agresiva hacia el ser humano, no hay constancia de ataque alguno a una persona. Pueden quedarse tranquilos.
El cailón es nuestro tiburón blanco.
>>Ir a la PRIMERA PARTE
[Para más información sobre el comportamiento de los cailones, ver Los juegos de los jóvenes cailones (Lamna nasus).]
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(1) Hace pocos días, Ellie, una hembra marcada al norte de Irlanda con una PAT llegó hasta la altura de Lisboa desde donde ha emprendido el viaje de regreso, pasando por delante de nuestras costas a través de nuestra cuenca interior pegadita al Banco de Galicia. En el mapa podéis observar la última posición conocida:
Fuente: Save our seas. |
(3) Manuel Rodríguez Solórzano, Sergio Devesa e Lidia Soutullo. Guía dos peixes de Galicia. Vigo: Galaxia, 1983, p. 33.
(4) Ver: Peregrino (Cetorhinus maximus) - Segunda parte, La caza del tiburón peregrino, y La pesquería del peregrino en Galicia.
(5) Ver: Resultados CITES 2013.
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