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miércoles, 11 de marzo de 2020

Primeras citas de tiburón anguila y cañabota en Galicia

Cañabota (Hexanchus griseus). Fotograbado de Laporta sobre una fotografía de José Sellier (en el original atribuida a E. Bertrand). Fuente: Bol. Real. Soc. Esp. Hist. Nat., VII, 1907.
La primera cita en Galicia del tiburón anguila (Chlamydoselachus anguineus) y la segunda de la cañabota (Hexanchus griseus) dos Hexanchiformes datan del año 1907, cuando el ilustre naturalista Ignacio Bolívar y Urrutia, a la sazón catedrático de Entomología de la Universidad Central de Madrid, director del Museo de Historia Natural y secretario de la Real Sociedad Española de Historia Natural, publica una nota sobre unos peces muy singulares titulada "Indicación de algunos peces notables de La Coruña".


1. Franceses y españoles. La publicación de estos hallazgos está muy vinculada al nacimiento de las primeras instituciones oceanográficas de nuestro país. La información sobre ambos especímenes procedía de un ingeniero industrial francés de nombre Etienne Bertrand (Esteban, para los locales), que en aquellos años residía en Coruña y que, entre otras actividades, se dedicaba a estudiar los especímenes raros que traían a puerto los vapores de altura; su propósito era compartir muestras y datos con el Museo de Historia Natural de Madrid. Este señor era nada menos que el vicepresidente de la Société d'Oceanographie du Golfe de Gascogne, fundada en 1899 en Burdeos con el objetivo de favorecer el desarrollo de la oceanografía y sus aplicaciones en la industria del mar. Su esfuerzo y entusiasmo, unido al apoyo de diversas personalidades locales, conscientes de la importancia del conocimiento científico del mar, fueron el motor del establecimiento en la ciudad de una subcomisión de la SOGG: la Sociedad de Oceanografía del Golfo de Gascuña. Ocurrió en 1906, hay quien sostiene que coincidiendo con la escala en el puerto del yate Andrée, que había sido fletado por la Société para una campaña oceanográfica en el Cantábrico. En sus inicios, la Sociedad contaba con 81 socios coruñeses, entre ellos el fotógrafo de origen francés José Sellier, introductor del cinematógrafo en Galicia.
     No es difícil entender la dimensión de este acontecimiento tan poco conocido para nosotros si pensamos que en España no existía ninguna institución oceanográfica¹; tuvieron que venir los franceses para desbrozarnos el camino, ellos ya llevaban muchos años de recorrido con apoyo de sus instituciones (y luego todavía hay quien celebra el haberlos expulsado del país para entregarnos al oscuro nacionalcatolicismo de Fernando VII). El Instituto Español de Oceanografía (IEO) se fundaría unos años después, en 1914, gracias a la infatigable labor del gran pionero de la oceanografía en España, el insigne aragonés Odón de Buen [sobre su figura hablamos en Odón de Buen y un peregrino].

La Sociedad Oceanográfica del Golfo de Gascuña instaló su sede en este palacete construido en el muelle de la Batería e inaugurado en 1911, el conocido como "Pabellón oceanográfico". Allí permanecería hasta su disolución en 1918. Fuente de la imagen: Coruña Antigua, a través del blog deandanzasyrelatos.wordpress.com.
2. La cañabota. Fue precisamente Etienne Bertrand quien identificó el descomunal bicho que el vapor Avispa había descargado en el puerto herculino como Notidanus griseus (en la actualidad el nombre científico aceptado es Hexanchus griseus). Había sido capturado el 26 de octubre de 1906 a 30 millas al NW de cabo Vilán a una profundidad de 210 brazas (unos 385 m). Era una hembra de casi cinco metros 482 cm de longitud total, para ser exactos, y estaba preñada: portaba 42 crías y había parido otras cinco más durante su captura. Una verdadera lástima.
     El artículo de Bolívar incluye el interesantísimo dato de que entre el 15 de octubre y el 20 de noviembre de aquel año
apenas pasó un día, según me escribe el Sr. Bertrand, sin que la flotilla de pesca de La Coruña no trajese uno ó varios ejemplares de esta especie, desde 1,50 metros hasta el gigantesco representado en la lámina [se refiere a la imagen que encabeza este artículo]... la aparición de tales escualos coincidía siempre con la disminución de la pesca; los barcos que antes de su aparición volvían al puerto con 600 ú 800 merluzas, no traían después más que 100 ó 200. En el interior de los ejemplares pescados se encontraban con frecuencia merluzas aun no digeridas...
     Sin entrar a valorar si realmente existía alguna relación causal entre la disminución de la merluza y la aparición de estos tiburones (no lo parece), resulta significativo que la primera cita completa de cañabota en Galicia, con datos y fotografía, sea la de una hembra grávida (la primera, en términos absolutos, es de López-Seoane, en 1866, pero el autor solo se limita a citar el nombre científico, sin más información). Desde entonces son varias las noticias de capturas similares. En el artículo que dedicamos a esta especie, Cañabota (Hexanchus griseus), encontraréis unas cuantas; no es una coincidencia que su fotografía de portada corresponda a un ejemplar capturado exactamente un siglo después, en julio de 2006, en la misma zona geográfica: otra hembra que pasaba ampliamente de los 4 m y que también llevaba un buen número de crías en su interior.
     Aunque se necesitan más datos para confirmar una hipótesis de esta naturaleza, no creo descabellado pensar que nuestro mar tal vez podría ser o, mucho me temo, pudo haber sido una zona de cría para esta especie: la presencia de hembras grávidas y de ejemplares jóvenes son solo indicios a investigar... indicios posiblemente truncados por el advenimiento de la pesca industrial desde finales del XIX y principios del XX, y el incremento de la potencia pesquera en aguas cada vez más profundas gracias a la incorporación de los motores de vapor.

100 años después, otra hembra de gran tamaño, también grávida, capturada por un arrastrero. Foto: Antonio Parada (quién le iba a decir que justo un siglo después iba él a estar en Camariñas para tomar el relevo de José Sellier).
3. El tiburón anguila. El espécimen de tiburón anguila fue identificado por Ignacio Bolívar una vez llegado a Madrid tras un viaje que realizó a Coruña, "aprovechando las últimas vacaciones de Semana Santa", donde pudo examinar en persona al extraño pez. "No tuve que rebuscar mucho, pues existiendo en nuestra Biblioteca el hermoso libro de George Brown Goode "Oceanic Icthyology"² ... fácilmente pude encontrar que se refería al Chlamydoselachus anguinus [sic] Garman...". El autor afirma que es el primer registro en "los mares de Europa".
     Por lo demás, no hay datos concretos sobre la captura del ejemplar en cuestión, excepto que se produjo en "La Coruña" en algún momento del verano de 1906 y que medía 114 cm.
Cuando se pescó este ejemplar... llamó poderosamente la atención por su extraña forma, que á primera vista es la de una salamandra gigantesca; su cabeza recuerda la del gallipato por lo ancha y deprimida y sus mandíbulas, cuando se cierran, forman entre las dos el borde límite de la cabeza, disposición contraria, como es sabido, á la de los tiburones, en los que la cabeza se prolonga en hocico saliente abriéndose la boca en el plano inferior y á cierta distancia de aquel borde.
Tiburón anguila (Chlamydoselachus anguineus). Fotograbado de Laporta sobre una fotografía de J. Sellier. Fuente: Bol. Real. Soc. Esp. Hist. Nat., VII, 1907.
4. Peces en una exposición. En 1907, Etienne Bertrand acudió a la Exposición Marítima Internacional de Burdeos en calidad de presidente del subcomité de la Sociedad de Oceanografía del Golfo de Gascuña llevando consigo ambos especímenes, que presentó junto con una colección de diversos peces, crustáceos y moluscos facilitados por varios armadores. El trabajo de José Bernárdez Ojén, taxidermista de la sociedad, fue fundamental, y por ello recibió una merecida medalla de bronce (equivocadamente, Ignacio Bolívar atribuye al francés el descubrimiento "de un líquido conservador á base de formol y glicerina, pero en proporciones que dan un excelente resultado"). El subcomité recibió un diploma de honor por su participación y su vicepresidente, el ingeniero Eduardo Vila Algorri, una medalla de oro.
     El rey Alfonso XIII visitó la exposición acompañado de Bertrand, y mostró cierto entusiasmo por lo que Francia y Mónaco llevaban haciendo en el campo de las ciencias del mar. Sin embargo, más interesado en el cine porno³, tan calorífico y gustoso, que en los fríos y poco amorosos habitantes del océano, su apoyo al tema científico fue más una cuestión de buenas palabras y palmaditas en la espalda que algo práctico. Ello no le impidió aceptar la presidencia de honor del subcomité de Coruña, que pasó a llamarse Real Subcomité de La Coruña de la Sociedad Oceanográfica del Golfo de Gascuña. Para que no se diga.

5. Ubi sunt qui ante nos in hoc mundo fuere? (Breve epílogo histórico). Todas las cosas tienen su final. El breve instante en el que la sociedad española comenzó a ser consciente del valor del pensamiento y el conocimiento científico gracias al tesón, a veces heroico, a veces trágico, de un puñado de hombres y de mujeres admirables, terminó trágicamente en 1936. Los nacionales y la Iglesia se aplicaron, codo con codo con encomiable celo, a la demolición y erradicación de todo asomo de pensamiento libre muera la inteligencia, era su lema, para así devolver el país a la cálida, lenta y pesada modorra tardomedieval en la que llevaba instalado al menos desde Fernando VII.

Arriba: Ignacio Bolívar. Abajo: El dibujo del Chlamydoselachus anguineus procedente del plato VI del libro de Goode & Bean que el ilustre entomólogo consultó para identificar el ejemplar gallego.
     En 1939, con 89 años, Ignacio Bolívar, el "príncipe de las ciencias naturales españolas", fue desposeído de sus medallas de académico junto con otros científicos y se vio obligado a marchar al exilio, primero en Francia, luego en México. Por su extraordinaria labor en la Universidad Autónoma de aquel país durante los cinco años que todavía le quedaron de vida, se le concedió el título de Doctor honoris causa. No fue hasta 2019 cuando el gobierno español reconoció la ilegitimidad de las sanciones que los rebeldes fascistas le impusieron a él y a otros seis científicos.
     El reconocimiento que los patriotas españoles dispensaron a otro científico de prestigio internacional como Odón de Buen fue quizás un poco más exquisito. Lo detuvieron y encarcelaron (su estancia en la cárcel agravó su diabetes), y a su hijo Saidí, médico reconocido por sus esfuerzos en la erradicación de la malaria, lo fusilaron en Sevilla. Tras su liberación como parte de un canje de prisioneros, logró llegar a Banyuls, en el sur de Francia, y de ahí, tras la muerte de su mujer, se trasladó a México, donde falleció en 1945. Por supuesto, los amantes de España lo relegaron al olvido.

Quema de libros en la dársena de Coruña, agosto de 1936. Quemando el pensamiento. Qué felices estaban y qué a gusto se quedaron. Foto del Archivo Luis Lamela publicada en La Voz de Galicia del 22 de junio de 2017.
     Por su parte, en 1909 Etienne Bertrand dejó la presidencia del Real Subcomité y se trasladó a San Sebastián donde participó activamente en la fundación de la Sociedad Oceanográfica de Guipuzcoa. En 1917 fue expulsado de España junto con otro socio del subcomité, el armador francés Henry Gilard, tras haberse descubierto sus actividades como informadores del gobierno francés de los movimientos de barcos desde Coruña y Corcubión.
     Esto es lo que hay y lo que tenemos.


Para saber algo más sobre el tiburón anguila:
Tiburón anguila (Chlamydoselachus anguineus).
⏩Tiburón anguila en O Grove.

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¹Para ser justos, hay que señalar que antes de 1906 existieron en España diversas entidades dedicadas al estudio del mar. Así, la Estación Marítima de Santander, fundada en 1896, y el Laboratorio Biológico-Marino de Baleares, fundado por Odón de Buen en 1906. 
²El título completo de esta magna obra es: George Brown Goode & Tarlenton H. Bean (1896). Oceanic Ichthyology: A treatise on the deep-sea and pelagic fishes of the world, based chiefly upon the collections made by the steamers "Blake", "Albatross", and "Fishhawk" in the northwestern Atlantic, with an atlas containing 417 figures.
³Tal vez quede algún despistado que no sepa que el bisabuelo del actual rey fue un reconocido aficionado al sexo, a cuya práctica se entregó en cuerpo y (si se puede decir) alma, y promotor del cine porno (fue, de hecho, el introductor en nuestro país de esta especial variante del séptimo arte). Llegó incluso a escribir los guiones de tres películas realizadas aquí, posiblemente harto de tanto filme extranjero con argumentos tan alejados de la realidad patria. Véase, por ejemplo, Amadeo Salvador, "Alfonso XIII produjo las primeras películas porno españolas y están en Valencia", en cadenaser.com.
Valga el ejemplo de Odón de Buen, que fue además una figura importante en la divulgación del darwinismo en España. Durante el reinado de Alfonso XII sus libros fueron incluidos en el índice de libros prohibidos por la iglesia católica, cuyas presiones lograron que en 1895 fuese apartado temporalmente de su cátedra de Historia Natural de la Universidad de Barcelona.
Pueden consultarse los artículos de Juan Miguel Baquero en eldiario.es (España homenajea a siete científicos represaliados por Franco y les devuelve su diploma académico) y de Manuel Asende en El País (El nonagenario experto en saltamontes que tuvo que huir de Franco).

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BIBLIOGRAFÍA
 
—Ignacio Bolívar (1907). Indicación de algunos peces notables de La Coruña. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. VII, pp. 206-209. (Todas las citas y entrecomillados proceden de aquí, respetando la ortografía y puntuación del texto original). 
—Fraga, Xosé A. "Na Coruña botou a andar a primeira institución creada en Galicia para o estudo dos océanos". La Opinión, 17 de agosto de 2017. <https://www.laopinioncoruna.es/coruna/2017/09/17/na-coruna-botou-andar-primeira/1217849.html>
—González-Garcés, Alberto. "Cincuenta años del centro oceanográfico del IEO en A Coruña". La Voz de Galicia, 16 de abril de 2018. <https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2018/04/15/cincuenta-anos-centro-oceanografico-ieo-coruna/00031523815643495131240.htm>
—Guerra Sierra, Ángel & Ricardo Prego Reboredo (2003). El Instituto de Investigaciones Pesqueras: Tres décadas de historia de la investigación marina española. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.


2 comentarios:

  1. Precioso artículo Toño, sólo le veo un pequeño error, la primera cita de la especie Hexanchus griseus en Galicia es algo anterior (López-Seoane, 1866), aunque sólo cita la especie, sin más

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    1. Muchas gracias, Rafa! Voy a editar un poco para añadir esta información.

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