Diversidad, biología, evolución, ecología, pesca, conservación, evolución, con especial atención a las especies presentes en Galicia.

viernes, 30 de diciembre de 2022

Pesca sostenible de tiburones: Un cuento chino (II)

Parte de la carga ilegal de tiburones de profundidad (muchísimos Centrophorus spp., en grave peligro de extinción) que contenía el Labiko 2, un buque pirata que faenaba ilegalmente en aguas de Liberia y, naturalmente, utilizaba también artes de pesca prohibidas. El barco pudo ser interceptado gracias a la impagable ayuda prestada por Sea Shepherd al Ministerio de Defensa Nacional de Liberia. Foto: Melissa Romao, Sea Shepherd.

Los elasmobranquios (tiburones y rayas) se encuentran cada vez más amenazados a nivel global y las medidas para protegerlos y/o para hacer que su pesca sea "sostenible" no están siendo efectivas. La única forma efectiva de conservarlos es detener su comercio. Esta es la conclusión del excelente trabajo que estamos comentando, basado en la extensa revisión de los datos recogidos en multitud de informes y estudios publicados a lo largo de estas últimas décadas: Ila France Porcher & Brian W. Darvell (2022). Shark Fishing vs. Conservation: Analysis and Synthesis. Sustainability 14, 9548. https://doi.org/10.3390/su14159548

En la primera parte de este artículo señalábamos que uno de los motores principales de esta debacle es la imparable demanda de aleta por parte de los mercados asiáticos, que ofrece a las flotas industriales de todo el mundo una alternativa preciosa para ganar o completar ganancias, una vez que los stocks tradicionales de teleósteos de los que se alimentaban han sido arrasados o mutilados gravemente. El altísimo precio de la aleta ha hecho que los tiburones pasaran de ser un incordio en los aparejos a convertirse en un ansiado objetivo que da muchísimo dinero. 

El hígado. Pero además de la aleta, los tiburones, particularmente los de aguas profundas, tienen un órgano que siempre ha sido de mucho interés para la industria, sobre todo cosmética²: el hígado. Esta víscera es su principal órgano hidrostático, por eso es tan grande —puede representar una cuarta parte del peso total del pez— y rico en aceites como el escualeno, más ligeros que el agua. El drama es que estas especies, debido a su bajísima tasa reproductiva, son terriblemente vulnerables a cualquier tipo de pesca: tardan mucho en alcanzar la madurez sexual, suelen tener periodos de gestación muy largos y dan a luz a un bajo número de crías. 

En Europa existe todavía un TAC 0 para los tiburones de aguas profundas, pero su pesca continúa en otras partes del mundo, aumentada por el desplazamiento del esfuerzo pesquero, de forma más o menos legal, alegal o directamente criminal³. Tramos enteros de océano quedan cada año vacíos de tiburones. En el mar se permiten y alientan cosas que en tierra serían un escándalo de proporciones inimaginables.

Apenas existen datos oficiales sobre esta trágica forma de destrucción. No obstante, se estima que para sustentar la escala en la que se sitúa actualmente el mercado de este aceite, es necesario el sacrificio anual de al menos tres millones de tiburones de profundidad.

Mielgas (Squalus acanthias). Foto: B. Sanders.

La carne. Pero es la carne el producto que está sirviendo en mayor medida para fomentar, justificándola, la pesca de tiburones. En general, la carne de los tiburones nunca ha sido demasiado apreciada, a excepción de un pequeño puñado de especies que, en determinados lugares del mundo, tradicionalmente se consumen de manera habitual. Pero lo que se está observando con creciente preocupación es que, gracias a la complicidad de las autoridades y organismos públicos correspondientes, siempre plegados a los intereses de la industria pesquera, la carne de tiburón se está imponiendo a los consumidores de todo el mundo, demasiadas veces de forma tramposa y mezquina. Aquí mismo nos la encontramos cada vez con mayor frecuencia, convenientemente disfrazada, en los supermercados, en ciertos restaurantes, en nuestras mesas y en los alimentos de nuestras dulces y amorosas mascotas

Esta carne se está empleando, entre otras cosas, para sustituir la de aquellas especies de teleósteos que han sido arrasadas por la industria pesquera. Un estudio de 2019 llevado a cabo en Inglaterra descubrió mediante análisis de ADN que casi el 90% de las muestras de productos de sus repugnantes fish and chips eran carne de mielga (Squalus acanthias), una especie de tiburón que se encuentra En peligro en Europa y el Mediterráneo, con las poblaciones en descenso, y es Vulnerable a nivel global; estaba disfrazada bajo nombres como rock salmonrock eel y rock ('salmón de roca', 'anguila de roca', 'roca'). O sea, que a los comensales les dicen merluza o eglefino y les meten tiburón. 

Buena parte o la totalidad de esta mielga procede del otro lado del Atlántico, de los EEUU, de una pesquería sorprendentemente calificada como "sostenible". Y por si alguien se pregunta qué más dará una cosa que la otra, mielga que eglefino, no está de más recordar dos cosas: la primera es que nos están timando, se están forrando a nuestra costa dándonos gato por liebre, y eso no da igual; la segunda, bastante más importante, es que allí mismo han detectado que el 32% de las muestras de este tiburón superaban el umbral máximo de mercurio de 0,3 ppm recomendado por la US Environmental Protection Agency, por eso no se recomienda su consumo a niños menores de ocho años ni a mujeres embarazadas o que estén buscando quedarse embarazadas; y para el resto de la población la recomendación es de, como mucho, dos comidas al mes. Evidentemente no, no da igual. 

Con este tipo de fórmulas, la industria gana muchísimo más dinero si cabe —siempre cabe—, a la vez que, en no pocos casos, aprovecha para dar salida al resto del animal una vez que se le han arrancado las aletas. La obligación de descargar el tiburón con las aletas pegadas de forma natural al cuerpo tiene sus efectos positivos, pero también obliga a abrir de algún modo el mercado a todo lo demás: más carne, más piensos y más suplementos alimentarios cuya eficacia, contrariamente a lo que se nos quiere vender, no está en absoluto demostrada... Puede decirse que el mercado de aleta ha empujado al de la carne, hasta el extremo de que, en la actualidad, esté generando unos ingresos brutales¹. En Costa Rica, país donde se empezó a pescar tiburones de una manera desmedida precisamente por la aleta, antes de los los 80 el tiburón era un alimento no deseado; hoy los costarricenses consumen una media anual de 2000 toneladas. 

En Costa Rica. Foto cortesía de Nakawe Project & Pretoma Costa Rica.

Con todas estas presiones para seguir pescando tiburones cueste lo que cueste y a costa de quien sea y de la salud de quien sea, está, por último, el tema de la evaluación de las poblaciones con el objetivo de calcular su "sostenibilidad", es decir, valorar cuántos tiburones se pueden pescar sin que estas colapsen. De esto hablaremos en la tercera y última parte de este artículo.

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¹Los barcos piratas tienen propietarios, muchos viven no muy lejos de nosotros, en España, en Europa y en algunas potencias pesqueras más. En el mar no hay leyes; y las pocas que hay apenas se cumplen. Ninguna nación del mundo está interesada en concertar y aplicar regulaciones para proteger los oceános, ni para proteger a los trabajadores del mar... Empezando por el tema de las banderas de conveniencia, que de forma tan obscena se usan abiertamente para estafar, robar y destruir personas y recursos. Quien desee asomarse un poquito a esta tenebrosa realidad le recomiendo un libro extraordinario y profusamente documentado escrito por un periodista del New York Times, Ian Urbina. Se titula Océanos sin ley: Viajes a través de la última frontera salvaje y está publicado por Capitán Swing.

²Antiguamente el aceite se usaba fundamentalmente como lubricante industrial y como combustible para lámparas. Estos usos casi terminan con las poblaciones de peregrino (Cetorhinus maximus) en Europa, sometidas a una brutal cacería sobre todo por parte de la flota noruega.

³En muchos lugares del mundo a estos pobres bichos les arrancan el hígado y, si valen la pena, también las aletas y los devuelven al mar. Sin su órgano de flotación por excelencia, los cuerpos se hunden como un plomo. Esto es lo que se conoce ya como shark livering, en paralelo con el shark finning o aleteo. En muchas pesquerías la carne también se aprovecha para consumo humano, procesada en subproductos como el surimi, que nadie sabe explicar exactamente de qué está hecho, o bien para la elaboración de piensos.

En Galicia nos comemos el melgacho o ghaxapo (Scyliorhinus canicula) y la zapata (Galeus melastomus) desde siempre y en el sur de la Península son muy aficionados al cazón (Galeorhinus galeus) y similares (Mustelus spp.), a veces disfrazado bajo el irónico nombre de "bienmesabe". La cosa llega allí hasta el punto de que las autoridades públicas regionales y locales animan a su consumo mediante ferias gastronómicas bien publicitadas, importándoles bastante poco si la especie está amenazada o si su carne contiene un porcentaje alto o muy alto de sustancias tan alimenticias como el mercurio, que todo el mundo sabe que viene estupendamente, sobre todo para niños y mujeres embarazadas (deben de pensar que el adobo lo mata todo).

El Galeorhinus galeus figura en la Lista Roja de la IUCN con estatus de En peligro crítico a nivel global y como Vulnerable en el Mediterráneo y el Atlántico europeo, con sus poblaciones en descenso. Pero no importa.
Walker, T.I., Rigby, C.L., Pacoureau, N., Ellis, J., Kulka, D.W., Chiaramonte, G.E. & Herman, K. 2020. Galeorhinus galeus. The IUCN Red List of Threatened Species 2020: e.T39352A2907336. https://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2020-2.RLTS.T39352A2907336.en. McCully, S., Dureuil, M. & Farrell, E.D. 2016. Galeorhinus galeus (Mediterranean assessment). The IUCN Red List of Threatened Species 2016: e.T39352A16527949. McCully, S., Dureuil, M. & Farrell, E. 2015. Galeorhinus galeus (Europe assessment). The IUCN Red List of Threatened Species 2015: e.T39352A48938136. Consultados el 17 de diciembre de 2022.
Por si alguien se lo está preguntando, la situación de las musolas tampoco está para echar cohetes: la musola (Mustelus mustelus) se encuentra En peligro crítico a nivel global y Vulnerable en el Atlántico y el Mediterráneo, con sus poblaciones en descenso; la musola pinta (M. asterias), Casi amenazada a nivel global y en el Atlántico y Vulnerable en el Mediterráneo, con sus poblaciones cayendo; y la musola punteada (M. punctulatus) figura como Vulnerable en todos sus ámbitos geográficos, con sus poblaciones igualmente en descenso.

El truco más extendido está en qué información se nos muestra y cómo. Mediante un etiquetado engañoso, cuando no directamente tramposo, a los consumidores se nos oculta información, privándonos así del derecho a elegir lo que queremos comer. ¿Tan complicado es obligar a que se incluyan, bien visibles, las palabras "Carne de tiburón" en las etiquetas de estos productos, al lado, si se quiere, de los nombres comunes —reales, confusos o inventados— y científicos, que suelen aparecer en letras diminutas, no vaya a ser que algún consumidor poco miope y medianamente informado sepa reconocer su referente? Dadas las características de estos animales, no es lo mismo comer tiburón que comer merluza o jurel; como no nos cansamos de repetir, además del tema de su ecología, está el problema que acabamos de mencionar de la presencia de contaminantes peligrosos en su carne.
     Que la gente sepa y después que decida. Es algo elemental. Y aparte, hay que recordar que las multimillonarias subvenciones y ayudas que recibe la flota industrial proceden de los impuestos que pagamos los consumidores. Naturalmente esto no solo es un problema europeo; se da en todos los países del mundo y con mucha menos transparencia que aquí, lo cual tampoco es que sea un consuelo.

Finucci, B., Cheok, J., Chiaramonte, G.E., Cotton, C.F., Dulvy, N.K., Kulka, D.W., Neat, F.C., Pacoureau, N., Rigby, C.L., Tanaka, S. & Walker, T.I. 2020. Squalus acanthias. The IUCN Red List of Threatened Species 2020: e.T91209505A124551959. https://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2020-3.RLTS.T91209505A124551959.en. Consultado el 17 de diciembre de 2022.

Otro ejemplo similar lo encontramos en Australia, también relacionado con los dichosos fish and chips. Allí, bajo el nombre flake (palabra cajón de sastre que puede significar cualquier cosa, desde 'copo', 'escama' o 'pescado' de especie indefinida) se ha encontrado carne de especies en peligro como el cazón (Galeorhinus galeus), la cornuda (Sphyrna lewini) o un colayo en peligro crítico, el Cephaloscyllium albipinnum. Solo menos del 30% de las muestras analizadas estaban correctamente etiquetadas. La mitad de los consumidores australianos no saben que están comiendo o comprando tiburón; creen que el flake es otro tipo de pez.

Digo sorprendentemente porque, por mucho que nos lo quieran explicar, resulta difícil de entender cómo o en qué sentido es "sostenible" una pesquería que emplea fundamentalmente artes tan sumamente destructivas como el arrastre de fondo, una de las artes de pesca menos selectivas que existen, que arrasa sin misericordia el fondo marino destrozando todo lo que encuentra a su paso y eliminando infinidad de especies sin interés pesquero pero necesarias para sostener la rica biodiversidad de la red trófica marina. ¿Cómo se puede hablar de "sostenibilidad" sin atender al impacto que determinado tipo de pesca tiene sobre los ecosistemas, sin tener en cuenta cómo afecta a las demás especies?

Que el consumo de tiburón no es aconsejable dado su elevado contenido en sustancias tan poco saludables como el mercurio y otros metales pesados, sobre todo en las especies que alcanzan grandes tallas, es algo a lo que se le da poca publicidad. La información está ahí, pero en pequeñito. Cuando me lo preguntan, siempre digo que el tiburón más peligroso es el que tenemos en nuestro plato. Y no es una boutade. Cada vez más estudios que alertan sobre ello. 

¹Un informe encargado por el WWF del que hablaremos más adelante ha descubierto que el comercio de carne de tiburones y rayas supera al de la aleta tanto en volumen como en valor. El valor total del comercio de tiburones y rayas en el periodo 2018-19 superó con creces los 4100 millones de euros; de ellos, 2600 millones correspondían a la carne y los restantes 1500 millones a la aleta. El mercado está dominado por España, que exporta carne a 85 países. Simone Niedermüller, Gill Ainsworth, Silvia de Juan, Raúl García, Andrés Ospina-Álvarez, Pablo Pita & Sebastián Villasante (2021). The shark and ray meat network: A deep dive into global affair. WWF.

2 comentarios:

  1. Un documental que me impresionó es la serie de Attemborough "Our Planet" y creo que debería visionarse en todos los colegios para concienciar desde pequeños a la población de cara a conservar nuestro planeta y todos sus habitantes, tiburones incluidos.

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    1. Buenísimo documental. Y totalmente de acuerdo contigo. Feliz año, Juan!!

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