Virando palangre en el Atlántico norte, espada y tintorera. (Fotos: www.atlantico.net (drcha) y www.farodevigo.es (izq)). |
Pero de lo que no teníamos ni idea (ni evidencia científica) era del alcance y dimensiones de este problema, es decir, de en qué medida los tiburones se encuentran a merced de los poderosos aparejos de los palangreros (hablamos de palangres de alrededor de 100 km y unos 1200 anzuelos de media), de su grado de vulnerabilidad.
Pues bien. Ahora ya lo sabemos. En un trabajo tan ambicioso como espectacular en sus resultados, un equipo internacional de especialistas acaba de demostrar, científicamente, que los "puntos calientes" de elevada concentración de tiburones oceánicos son también áreas de fuerte actividad pesquera, y ello hasta un extremo inimaginable y ciertamente alarmante. El grado de superposición espacio-temporal de los hábitats preferentes de los tiburones oceánicos y de las áreas de mayor actividad de los palangreros es nada menos que de un 80%.
Los autores, entre los que figura Gonzalo Mucientes, uno de nuestros mayores especialistas, analizaron los movimientos tanto de los tiburones como de los pesqueros (mediante GPS), así como los factores ambientales que los condicionan. Colocaron transmisores en más de un centenar de tiburones de 6 especies distintas, oceánicas y costeras oceánicas: marrajo (Isurus oxyrinchus), marrajo negro (Isurus paucus), tintorera (Prionace glauca), tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), tiburón martillo (Sphyrna mokarran) y cornuda (Sphyrna lewini), si bien se centraron finalmente en dos, la tintorera y el marrajo, dado que por si solas representan más del 95% de las descargas y además formaban parte de las capturas de los palangreros españoles y portugueses, únicas flotas cuyos datos pudieron consultar (un total de 186 barcos de eslora superior a 15 m).
El palangre es una de las artes menos selectivas. (Imagen: www.ecologyaction.ca). |
Guiados por la experiencia de muchos años y, ahora, por los modernos sistemas de detección, los palangreros han aprendido a identificar las áreas donde estos tiburones oceánicos se concentran en mayor cantidad. Esto los convierte en especies extraordinariamente vulnerables necesitadas de urgentes medidas de protección desde instancias internacionales. En estos momentos sus poblaciones, en franco declive, están siendo masacradas por las flotas de varios países sin ningún tipo de control, en una estúpida carrera por ver quién vacía antes el océano (y no olvidemos que el Atlántico es una de las cuencas oceánicas más fuertemente explotadas del planeta).
Los autores de este importantísimo trabajo proponen el establecimiento de topes de capturas y/o de tallas como la fórmula más útil y sencilla de implementar. ¿Alguien tendrá en cuenta su punto de vista? ¿Llegaremos a tiempo?
Tintoreras, marrajos y espadas en la lonja. (Fuente: www.atlantico.net). |
El trabajo es de acceso libre. Solo tenéis que pinchar aquí:
Nuno Queiroz, Nicolas E. Humphries, Gonzalo Mucientes, et al. (2016) “Ocean-wide tracking of pelagic sharks reveals extent of overlap with longline fishing hotspots". PNAS, doi: 10.1073/pnas.1510090113
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